Page 15 - De espacios a estancias
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En este número nos gustaría examinar cómo poder concebir los espacios como «plataformas habilitadoras», es decir, como herra- mientas que fomenten y acojan las nuevas tecnologías y los nuevos procesos colaborativos. Si comenzamos por evaluar el espacio de la oficina, ¿qué función desempeña la arquitectura en promocionar nuevas formas de trabajo? ¿Cómo podemos combinar las restriccio- nes y la rigidez del edificio con la flexibilidad y fluidez que requie- ren los espacios de trabajo contemporáneos?
S.C. _ La arquitectura y las estructuras de los edificios son elementos cruciales a la hora de encontrar un punto de partida óptimo para de- finir espacios para las nuevas formas de trabajar. A menudo no se tie- ne en cuenta lo suficiente este hecho tan importante. En los últimos años hemos aprendido que un aspecto fundamental para impulsar la colaboración y la comunicación consiste en tener el menor número de plantas posible. Por ello, las torres, aunque resultan perfectas desde un punto de vista inmobiliario, no son el mejor modelo de oficina. Es mucho mejor disponer de una gran lámina de suelo horizontal, de unos 2.000-4.000 metros cuadrados, con espacios abiertos, el menor número de columnas posible y luz en ambas fachadas que podamos aprovechar a nuestro gusto. Y «a nuestro gusto» no solo en el presen- te, sino también dentro de 5 o 10 años, en caso de que llegue algo diferente a la oficina que obligue a cambiar la distribución del es-
pacio. No sabemos qué será ni cómo, pero sabemos que debemos estar listos para ello y conviene facilitarle al máximo a una empresa la posibilidad de adaptarse y cambiar.
Asimismo, puede comprobar cómo se organizan las láminas de suelo. Si, por ejemplo, echa un vistazo al proyecto easyCredit (véase la sec- ción «Caso Práctico»), observará un edificio casi perfecto por la forma en que las personas se mueven en él: siempre se puede caminar en diagonal, tomando el camino más corto y esto, lógicamente, anima a las personas a verse y hablar rápidamente en lugar de escribirse emails o llamarse por teléfono. Por todo esto estamos convencidos de que la calidad de los edificios es, en realidad, el fundamento de un espacio de trabajo óptimo.
LA CALIDAD DE LOS EDIFICIOS ES EL FUNDA- MENTO DE UN ESPACIO DE TRABAJO ÓPTIMO.
Los estudios muestran que el modelo de «oficina abierta», frente a los cubículos, no mantuvo la promesa de garantizar un nivel ópti- mo de productividad y participación del usuario. Resultó que una opción siempre quedaba sacrificada en beneficio de la otra. ¿Cuál es su opinión al respecto?
CHARLA CON EXPERTOS | 15
   



























































































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