El hallazgo sorprende por lo concreto: la creatividad puede medirse, y su correlación con indicadores de negocio es real. Pero lo que aún resulta más interesante es dónde surgen las ideas más valiosas: no en salas de reuniones meticulosamente planificadas, sino en los pequeños encuentros informales — junto a la cafetera, en la pausa para el almuerzo, en pasillos entre reuniones. Como dice una de las investigadoras: «Es en esos encuentros espontáneos donde ocurre la “magia”».
Ese hallazgo tiene implicaciones directas para la forma en que concebimos las oficinas hoy: ya no bastan escritorios alineados y salas estrictamente definidas. Lo que funciona ahora son espacios que faciliten el azar, la conversación, la inspiración espontánea.
¿Y en España? El contexto actual favorece el diseño híbrido

La necesidad de este tipo de oficinas cobra especial relevancia en España. Según datos recientes:
- En 2024, casi el 25 % de los trabajadores españoles combinaban teletrabajo con oficina, lo que confirma que el modelo híbrido se consolida.
- El 37,5 % de las empresas de 10 o más empleados ofrecían —ya en el primer trimestre de 2024— opciones de teletrabajo; y en ese contexto, aproximadamente el 19,8 % de los empleados trabajaba regularmente desde casa.
Estos datos muestran que una parte relevante de la plantilla ya no está siempre en la oficina; lo que significa que los espacios físicos deben transformarse para ser algo más que simples mesas asignadas. Deben ser lugares flexibles, dinámicos, capaces de acoger interacciones espontáneas — el tipo de encuentros que, como sugiere el estudio Creative Leap, suelen dar origen a las ideas más creativas.
Del descubrimiento a la práctica: cómo el diseño de oficina marca la diferencia
Aquí es donde entra en juego Sedus. Las propuestas de diseño de oficina de la empresa alemana —reflejadas en, por ejemplo, su concepto de «oficina híbrida del futuro»— ofrecen un marco adecuado para construir ese tipo de entornos creativos y adaptables.
Qué aporta un diseño inspirador y flexible

- Zonas variadas para distintos tipos de trabajo: áreas de concentración individual, salas de reuniones, espacios abiertos, zonas de descanso — esto permite que cada empleado elija el entorno más propicio según la tarea.
- Espacios que invitan al encuentro informal: Workcafés, zonas de paso, rincones acogedores — lugares donde pueden surgir conversaciones casuales, conexiones imprevistas o «desencadenantes» de creatividad.
- Flexibilidad y adaptabilidad: mesas regulables y adaptables, mobiliario ergonómico, espacios reconfigurables — ideales en un contexto híbrido, donde la presencia física cambia constantemente. sedus.com
- Bienestar y equilibrio psíquico: iluminación natural, integración con elementos naturales, zonas de descanso: factores que facilitan la concentración, reducen el estrés y potencian el pensamiento creativo.
De la teoría a la acción: recomendaciones para empresas en España

Para aprovechar al máximo el potencial creativo de los equipos —y traducirlo en mejores resultados— conviene considerar lo siguiente:
- Adoptar un modelo híbrido con intención de diseño: no basta con permitir el teletrabajo. Hay que rediseñar la oficina física para que sea atractiva, flexible y favorezca la colaboración espontánea.
- Diseñar espacios diversos: combinar zonas tranquilas con áreas abiertas, espacios para descanso, café o charla informal. Dar importancia a los «espacios grises» donde ocurren los encuentros fortuitos.
- Invertir en mobiliario flexible y ergonómico: mesas regulables, sillas cómodas, espacios que se adapten a equipos, proyectos o necesidades cambiantes.
- Fomentar una cultura que valore la creatividad: permitir la incertidumbre, aceptar el error como parte del proceso creativo, incentivar la colaboración transversal, ofrecer autonomía.
- Promover la conexión social: aunque parte del equipo trabaje desde casa, crear incentivos para que vuelva a la oficina cuando conviene — por ejemplo, convocar reuniones informales, eventos de equipo, espacios comunes atractivos.
La oficina ya no es un espacio fijo — es un ecosistema creativo
El reciente estudio de la Aalto University demuestra que la creatividad no es un añadido opcional, sino un motor concreto de rendimiento. Y los datos de España indican que muchas empresas ya viven en un escenario híbrido, donde la oficina física debe reinventarse. Diseñar oficinas con inteligencia no es solo una cuestión estética o de comodidad. Es construir un ecosistema donde las ideas pueden surgir en cualquier rincón, donde la colaboración fluye de forma natural, donde la flexibilidad y el bienestar se traducen en innovación real. Si las organizaciones apuestan por espacios que acompañen la transformación del mundo laboral, no solo se adaptarán a los tiempos: estarán preparadas para liderarlos.
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