#dranbleiben – Juntos para salir de la crisis

#dranbleiben – Juntos para salir de la crisis

Straßenkinder e. V. se fundó en Berlín en el año 2000 y se ha fijado como tarea principal apoyar de diversas maneras a los niños que necesitan ayuda. Una gran parte de esta misión consiste en sacar a los niños de la calle lo antes posible y reintegrarlos en la sociedad. Sin embargo, esto también incluye medidas de prevención, apoyo a través de programas educativos y la integración de los refugiados. La Fundación Karl Bröcker apoya el proyecto #dranbleiben porque ejemplifica el objetivo de la fundación: abrir perspectivas de vida a los jóvenes allí donde los sistemas a menudo fallan. Las experiencias de los empleados en el proyecto muestran lo vulnerables, pero también lo poderosas, que pueden ser estas fases de la vida. Cuando la confianza vuelve a crecer, cuando germina la esperanza, cuando los jóvenes encuentran el valor para afrontar caminos difíciles, entonces no se trata solo de un éxito individual, sino de una señal de la eficacia de la humanidad y la perseverancia.

En una entrevista con Markus Kütter, miembro de la junta directiva de Straßenkinder e. V., descubrimos más sobre el proyecto #dranbleiben y cómo las crisis pueden convertirse en oportunidades.

¿Cómo es concretamente su trabajo diario con los jóvenes? ¿Dónde comienza el proyecto?

El proyecto se centra directamente en la realidad de la vida de los jóvenes. Los recogemos donde están y les ayudamos a dar los siguientes pasos. Al principio, muchos solo quieren una comida caliente o un saco de dormir. Con el tiempo, se dan cuenta de que realmente nos preocupamos por ellos y estamos ahí para ayudarlos. Para muchos, este es el punto de partida del proyecto.

¿Qué distingue a #dranbleiben de otros proyectos en el ámbito del bienestar juvenil o la intervención en crisis?

Adoptamos un enfoque holístico y orientado a las relaciones. Muchos han tenido malas experiencias con el sistema de ayuda, empezando por sus padres y sufriendo numerosas rupturas sentimentales. Tienen que aprender a confiar de nuevo. Les damos tiempo para hacerlo y les proporcionamos lo que necesitan mientras tanto, hasta que se abren y encuentran la fuerza para pasar por el proceso de ayuda con nosotros.

Las intervenciones en situaciones de crisis suelen ser medidas a corto plazo para evitar situaciones que ponen en peligro la vida, pero no pueden tener un efecto duradero y son simplemente medidas puntuales. Con nosotros, los distintos componentes encajan como engranajes, lo que en última instancia les debería permitir llevar una vida autónoma y autofinanciada.

¿Cómo experimenta el cambio en los jóvenes a lo largo de su atención?

Muchos han perdido la fe en sí mismos y la esperanza de un futuro mejor. A menudo también han renunciado a sus sueños. Nosotros les ofrecemos esperanza. En algún momento, comienzan a creer de nuevo en sí mismos, en un futuro mejor, y encuentran el valor para afrontar procesos dolorosos. Desarrollan ganas de vivir y recuperan la creencia de que sus vidas pueden volver a tener éxito. Celebran los éxitos que les motivan a seguir adelante.

Straßenkinder e. V. cuenta con el apoyo de patrocinadores de proyectos como la Fundación Karl Bröcker. ¿Qué importancia tiene la cooperación con fundaciones para su organización?

El 95 % de nuestra financiación proviene de donaciones, por lo que la cooperación con fundaciones es vital para nuestra supervivencia. Sin este apoyo financiero, no podríamos realizar gran parte de nuestra valiosa labor. Estos fondos nos permiten sacar a los niños de la calle y proporcionarles apoyo a largo plazo. También estamos agradecidos por la colaboración y las aportaciones que conlleva. Solo juntos podemos cambiar la difícil situación de muchos niños y, por ello, agradecemos de todo corazón a la Fundación Karl Bröcker.

¿Hubo alguna experiencia especial o historia de éxito que recuerdes especialmente?

Muchos de los jóvenes a los que acompañamos han tenido que pasar por situaciones terribles en su primera infancia. Un ejemplo es Nina. Tiene 15 años y lleva más de un año viviendo en la calle. Sus brazos están marcados por lo que ya había vivido en sus primeros años. Nos contó que a veces se quedaba despierta toda la noche para no tener que dormir en la calle. Su historia es un reflejo de lo que lleva a los jóvenes a vivir en la calle. A menudo conduce a un ciclo de más traumas, conductas autolesivas y abuso de sustancias. Junto con Nina, conseguimos concertar una cita con la oficina de protección de menores para buscar un alojamiento adecuado para ella. Incluso la idea de esas citas le producía a Nina una gran inquietud. Pero después de la cita, nos dijo: «¡Hoy, por primera vez, estaba deseando que llegara la cita! Y ahora incluso he conseguido ir». Habíamos dado juntos un primer paso.

 El segundo paso fue visitar un grupo residencial terapéutico. Nina estaba muy nerviosa de camino allí. Volvió a hablar de experiencias perturbadoras y de su deseo de tener por fin un hogar. En una conversación con el psicólogo del centro, se le preguntó a Nina si le resultaba difícil no tener nunca un lugar al que retirarse. Ella respondió: «Sí. Solo volví a tener un lugar donde refugiarme cuando fui por primera vez a Straßenkinder e. V. Aquí pude relajarme y descansar».

Seguiremos atentos a Nina y la acompañaremos en todos los pasos que tenga que dar para conseguir una plaza en el grupo residencial.

¿Quieres saber más sobre el proyecto?

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