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Nuestro mundo laboral está cambiando, y con él, el entorno de la oficina. En lugar de estructuras rígidas y la obligación constante de estar presente, estamos experimentando una nueva flexibilidad. Las oficinas en casa, el teletrabajo y los modelos de trabajo híbridos se han consolidado desde hace tiempo. No solo están cambiando los lugares donde trabajamos, sino también nuestras expectativas respecto a la oficina. Los empleados de hoy en día buscan espacios inspiradores, flexibles y acogedores, espacios que sean más que un simple escritorio.

En la era del trabajo híbrido, en la que los límites entre las oficinas en casa, las sedes de las empresas y los espacios de trabajo móviles siguen difuminándose, es necesario replantearse desde cero el concepto tradicional de oficina. El lugar de trabajo ya no es solo un espacio funcional, sino que se está convirtiendo en un entorno que inspira, conecta y favorece tanto el trabajo concentrado como la creatividad colaborativa. En el centro de esta transformación se encuentran los espacios de trabajo especializados.

El teletrabajo se ha consolidado como una de las transformaciones más relevantes del mundo laboral en los últimos años. Lo que comenzó como una medida forzada por la pandemia, hoy representa una aspiración clara para millones de profesionales. Según recientes estudios, más del 90 % de los empleados desean mantener alguna forma de flexibilidad laboral, y una proporción significativa consideraría cambiar de empresa si se les obligara a volver a la oficina a tiempo completo.

El bienestar no es una moda pasajera, es una necesidad humana fundamental. Según Gympass 2024, el 93 % de los empleados considera que su bienestar es tan importante como su salario. Este cambio de valores está transformando lo que esperamos de nuestros lugares de trabajo: desde el acceso a la luz natural y los espacios sociales hasta los refugios acústicos, la fuerza laboral actual busca entornos que les brinden un apoyo integral.

En una era de rápida transformación en el mundo laboral, está cobrando protagonismo un nuevo concepto espacial: los espacios comunes híbridos y dúctiles. Estos entornos combinan flexibilidad, comunidad y bienestar, y constituyen la base de los lugares de trabajo modernos y dinámicos.

La naturaleza del trabajo diario ha experimentado un profundo cambio. La tradicional rutina de oficina de 9 a 5 va perdiendo relevancia. En su lugar, muchos empleados eligen ahora acudir a la oficina, no por obligación, sino por intención. ¿Qué les atrae? La interacción significativa con sus compañeros, la asistencia técnica que no tienen en casa o el acceso a ventajas y recursos que otros lugares -como la cafetería de la esquina- simplemente no pueden ofrecerles.

Diseñar una silla suele considerarse una de las tareas más apasionantes y, al mismo tiempo, más desafiantes para muchos diseñadores. Una silla no solo debe cumplir su función: también debe integrarse armoniosamente en el espacio, incluso cuando no se está utilizando. Al diseñar la nueva silla de madera se:café, Konstantin Thomas dio prioridad a un aspecto clave además de la estética: los materiales debían ser duraderos y la fabricación, de alta calidad y orientada al confort.

En el mundo laboral actual, los límites entre el trabajo y el ocio son cada vez más difusos: lugares que antes eran estrictamente funcionales se están convirtiendo en entornos híbridos centrados en el ser humano. Un buen ejemplo de esta evolución es el CLUB: un arquetipo de cafetería de oficina que combina privacidad, estilo y versatilidad en un mismo espacio.

En los últimos años, muchas empresas han adoptado una visión idealizada de la cultura corporativa. A raíz de la crisis financiera de 2008, surgió la creencia de que la clave para aumentar la productividad y el rendimiento estaba en poner el foco en el bienestar emocional de los empleados, su propósito y su sentido de pertenencia. Si bien esta intención partía de una necesidad real, su aplicación se ha desviado peligrosamente: la cultura corporativa se ha transformado en una especie de terapia grupal, mientras los resultados empresariales se estancan.

La oficina del futuro no es sólo un lugar de trabajo: es un lugar de encuentro, inspiración y flexibilidad. En el centro de este cambio se encuentra un espacio que difumina los límites entre el trabajo, el networking y el relax: el Smart Café. Situado entre la sala de estar y el lugar de trabajo, impresiona por sus bien pensadas opciones de zonificación, sus versátiles conceptos de mobiliario y sus funciones inteligentes.

La nueva pantalla táctil de las soluciones room-in-room se:cube y se:cube max es una ampliación que facilita y hace más intuitivo el manejo de la iluminación y la ventilación. La iluminación con temperatura de color, adaptada a la curva de luz diurna, también contribuye a un mayor bienestar y productividad en la oficina.

Elegir los tejidos y materiales adecuados es una tarea titánica. Además del aspecto, muchos factores desempeñan un papel importante: el tacto, el cuidado y la durabilidad son solo tres características clave.

El lugar de trabajo moderno está cambiando: se aleja de las estructuras rígidas y se orienta hacia una mayor flexibilidad, individualidad y bienestar. En el centro de esta evolución se encuentra un concepto que difumina cada vez más los límites entre la vida laboral y la privada: la conciliación entre vida laboral y personal. No se trata solo de combinar el trabajo y el ocio, sino también de crear lugares donde los empleados se sientan cómodos, inspirados y saludables, más allá de la mesa de trabajo tradicional.

El diseño de las ciudades y otros lugares pone de relieve las complejas interacciones entre el espacio construido y la forma en que pensamos, nos comportamos e interactuamos con el entorno y con otras personas. Así, en 1970 el investigador William H. Whyte llevó a cabo un proyecto para estudiar el impacto de los espacios urbanos en las personas desde un punto de vista antropológico.

Desde el confinamiento por la COVID-19, la opción de trabajar desde casa se ha convertido en una parte integral de la vida laboral cotidiana de muchas personas. Los espacios de coworking y los terceros espacios también están desempeñando un papel cada vez más importante en la elección del lugar de trabajo. Sin embargo, esto no significa que la oficina tradicional ya no sea necesaria.

El éxito de una empresa depende de su capacidad para comprender las necesidades y expectativas de sus empleados y clientes. Sucede lo mismo con el bienestar en el trabajo. Un enfoque basado en el «Design Thinking» o pensamiento de diseño promete establecer nuevos estándares a este respecto. Evita las decisiones de arriba hacia abajo y permite escuchar la voz de todos para definir objetivos comunes.

Allí donde las personas se reúnen, intercambian ideas, establecen contactos y trabajan juntas, se crean lugares de diversidad social y cultural. En las grandes ciudades, donde el anonimato suele dominar la vida cotidiana, estos lugares de encuentro son fundamentales para proporcionar un espacio para la creatividad, los encuentros y la cohesión social. En Riad, el Cosmo Work Café es un punto de referencia para muchos teletrabajadores y artistas.

Los estudios científicos han demostrado el valor de la relación instintiva del hombre con la naturaleza y el efecto beneficioso para las personas de mantener el contacto con ella. Lamentablemente, en muchos entornos construidos esta conexión es difícil y esto se refleja en niveles más bajos de bienestar físico y psicológico y en un estado de ánimo más bajo de las personas que trabajan y visitan estos entornos. Para las empresas, el bienestar físico y psicológico de las personas es muy importante, entre otros, por la influencia que ejerce en la competitividad de la empresa y su éxito comercial y económico.

El mundo laboral ha cambiado rápidamente, y con él los requisitos de los espacios de oficina modernos. Los espacios de trabajo híbridos y los cafés (de trabajo), en particular, desempeñan un papel cada vez más importante. No sólo ofrecen entornos de trabajo funcionales, sino que también fomentan la creatividad y la interacción social. Mientras que algunos de estos espacios se centran en la colaboración abierta, otros ofrecen retiros tranquilos que favorecen la concentración y el trabajo productivo. Un arquetipo destacado en esta categoría es la «biblioteca».

Junto a su marido y sus dos hijos, Carlotta Berta vive en un hogar poco convencional donde vivir y trabajar se mezclan y coexisten.